Han llegado las lluvias y con ellas las ganas por hacerle kilómetros a nuestras mtb, sobre todo ascendiendo por las serranías que nos rodean, siendo la ruta propuesta de ascenso al pantano del Quiebrajano, la mayoría de ella sobre asfalto.
A las 07:30 horas nos dábamos cita 9 osados socios junto al cuartel, ya que el desplazamiento a Jaén lo exigía, sabiendo que a estas alturas la ruta propuesta era bien exigente.
Tras los 5 minutos de cortesía, salimos en caravana rumbo a Jaén, con la mañana bien fría y oscura, disfrutando de un amanecer tranquilo, con la luna llena sin ocultarse aún, con ese tono dorado que le da el brillo solar del alba.
Pasaban las 08:30 horas cuando llegábamos a las inmediaciones del recinto ferial para estacionar e iniciar la ruta, observando los despojos de la juerga nocturna reflejados en grupos de jóvenes que, cual capítulo de esa serie de muertos vivientes, deambulaban con penosidad y torpeza poco sobria.
Metidos en faena, comenzamos un vertiginoso descenso buscando la carretera de La Guardia, que pronto se tornaria subida en las estribaciones de la Sierra Sur jiennense, ascendiendo con tranquilidad y disfrutando de las vistas del castillo de esa pequeña localidad.
Tras un breve descenso, el señor Antonio Pedrosa, nos invita a ascender a Castillejos y Monte Prieto, puerto que si bien no era necesario coronar al no estar en la ruta, nuestro afable guía nos ofrece como un reto a salvar más bien por gusto. Casi todos acceden y comienzan la subida, cuyas primeras rampas parecen decir "echadle un par si queréis subir", haciendo valorar el reto a cualquiera que se precie de desafiar tan tremendo desnivel.
El que os narra esta ruta, no viendo final al rampón inicial decide no partir con la grupeta, y tras reponer energías, opta por ascender hasta las cercanas curvas, perdidos ya de vista los compis más decididos.
El desnivel aprieta desde las primeras pedaladas, tras cada curva el rampón siguiente parece más empinado, plato pequeño con piñones grandes, velocidad punta de 5 ó 6 km/h, y pese a todo, el acicate de superar las empinadas cuestas, llegar al final y vencer tan exigente subida nos motiva a todos. La grupeta inicial se realiza la foto de rigor, y poco después descenso meteórico de regreso, con los discos de freno chirriando por la temperatura alcanzada.
De nuevo en la ruta, zona de descenso y falsos llanos picando para arriba, rompe piernas total,hasta Puente La Sierra.
Desde aquí iniciamos un buen ascenso dirección al Pantano del Quiebrajano, picando la carretera hacia arriba a base de bien, encontrándose ésta en peor estado y dándonos una "alegría inmensa" cada vez que doblábamos una curva y la rampa no disminuía.
Al fin, tras 40 km y rondando las 12 horas, llegamos al pantano, con poca agua en su seno, siendo el lugar propicio para comer y recuperarnos para la vuelta.
Tras fotos en los túneles, descenso animado camino de nuevo hacia Puente La Sierra, y desde aquí hacia Jaén, con tramos de subida más livianos y llevaderos, finalizados con una buena cerveza y un refresco para el benjamin del grupo en una terraza poco antes de llegar al punto de inicio, bien merecidas sin duda al observar los más de 2000 metros de desnivel que llevábamos acumulados.
En fin, retorno hacia Lopera tras una ruta exigente en la que todos hemos cumplido sobradamente.
Como siempre, todo un lujo.
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